Este rock
millennial también protesta: canciones de crítica social y política made in
Perú
Desde la movida
subterránea de los años 80, el rock peruano se relaciona estrecha y
explícitamente con la realidad social del país. En los años 2000, el contexto
ha cambiado. Pero cuando el rocanrol quiere, protesta y fuerte.
¿Quién
cree que las bandas no deberían hablar de política en
sus canciones, ni en sus conciertos? ¿Quién piensa que el rock
es solo música, y no un espacio de libre expresión?
En la movida del rock subterráneo de los años 80, casi no había banda que no hablara sobre el contexto de
violencia política, terrorismo y represión que se sufría en el Perú de
entonces. En la escena independiente de los años 2000, el contexto es distinto,
hay otros problemas de los cuales hablar.
Las bandas han diversificado sus repertorios con
temas de amor, pero sin dejar espacio para la crítica, cuando así se lo
quieren.
El amor es el mono-tema de la escena comercial, esa que cree que la música es solo para entretener. La escena independiente es distinta,
porque precisamente aquí no cabe la censura para ningún tipo de temas. Se
pueden encontrar canciones
de amor como canciones de crítica social y política,
conviviendo en un mismo disco o en un mismo concierto. Sin restricción alguna.
Los últimos hechos ocurridos en el país han hecho mucho más visible la
posición de la
escena independiente contra el indulto a Alberto Fujimori, ex
presidente del Perú condenado por graves delitos de corrupción, de restricción
de las libertades de expresión, y de violación de derechos humanos.
El rock nunca pretendió ser vanguardia:
el rock es protesta, es denuncia, es inconformismo, es comunicación… el rock
nunca pretendió tener éxito. Mientras haya motivos para ser inconforme,
mientras haya a quién ridiculizar, mientras haya injusticia, mientras haya
fregadera, mientras haya que decir algo, el rock existirá, porque, si no, ¿a
través de qué música este desengaño se va a manifestar? Quizás haya otros
estilos, pero ninguno tiene la onda y la energía callejera del rock'n'roll.
Quizás la cumbia, la trova y otros géneros protesten, pero lo hacen desde una
actitud rock'n'roll.
Es
decir, más que música, el rock es una actitud. El
rock es una música ciento por ciento rebelde y contestataria, que nace, crece y
se reproduce en la calle; puedes ejecutarlo con una guitarra o con una orquesta
sinfónica, pero lo importante es que te diga algo… el rock no está hecho para
vender desodorantes ni para ser vanguardia, sino para expresar lo que nace de
las tripas.
El
rock pretende no ser arte, pretende
ser una música del alma que comunica el sentir de la gente, y recién allí,
cuando logra este objetivo, se puede convertir en arte.
Algunos ejemplos de la música hecha
protesta en el rock.
Caifanes – Aquí no
pasa nada
Molotov–Hit Me
SYSTEM OF A DOWN -
B.Y.O.B
RAGE AGAINST THE
MACHINE - Killing In The
Name
THE ROLLING STONES - Street Fighting Man
PINK FLOYD - Another Brick In The
Wall